Hace justo dos años y un mes que se nos ocurrió la idea de cambiarnos de TV, de modo que pasamos por Expoelectrónica y nos compramos una LOEWE Nemos de 28’’. Todo el mundo decía que las LOEWE eran las mejores televisores en aquellos momentos y, efectivamente, leyendo por foros comprobé que habían recibido varios galardones en sus modelos de tubo plano o CRT. De hecho, sigue presentando una imagen superior a la de muchos LCD y Plasma HD-Ready (hasta que no vi una pantalla Full-HD no me acababa de convencer eso del LCD). Su tubo Real-Flat de Philips de alta calidad que reduce a un mínimo las reflexiones y deformaciones; la tecnología digital de 100Hz que duplican la velocidad de un televisor convencional ofreciendo una imagen sin parpadeo. Todo ello combinado con la tecnología digital de 8 bits del chasis del aparato. Un microprocesador controla los valores estándar preestablecidos y contrarresta un posible desgaste, lo cual implica que la calidad de imagen se mantiene a largo plazo a un excelente nivel.Vamos la octava maravilla. Y lo cierto es que, efectivamente, la dichosa televisión se ve de putísima madre (es mi blog y puedo decir los tacos que quiera). Muy contentos estamos con la excelente calidad de imagen y sonido de nuestra Nemos 28’’. Pero un buen día (el viernes 8 de diciembre) la vamos a poner en marcha, y no se enciende. ¡Tragedia! Una televisión de más de 1.000 € que tiene poco más de dos años, se estropea sin previo aviso, sin ningún síntoma, cuando se supone que LOEWE utiliza los componentes de la mejor calidad posible. Una televisión que, como ofrece Expoelectronica, fue pagada en cómodos plazos (“compre hoy y empiece a pagar en marzo del año que viene”), de modo que los últimos plazos fueron abonados muy recientemente. Mayor tragedia aun el darse uno cuenta de que la garantía ha caducado hace un mes (“¡le ofrezco dos años de garantía, señora!”). Llamamos al servicio técnico, dejamos un mensaje en su contestador. Vienen el lunes 11 de diciembre. Se llevan una pieza (“-esto es la fuente de alimentación del ordenadorcillo que llevan estos cacharros dentro, que últimamente no usan materiales muy caros-”-algo así explicó el amable técnico). Al día siguiente nos llaman por teléfono –“Oye, que tenemos que volver a pasar por ahí porque no es la pieza que pensábamos que estaba averiada”-. Así que vuelve el hombrecillo, abre otra vez la TV, se lleva nosecuántos cables y piezas, y se marcha.
Esta misma mañana (15 de diciembre) llaman de nuevo –“Que ya está arreglado”-. (“¡Feliz Navidad!”, pienso yo). Viene, y mientras recoloca todas las piezas y cables en su sitio, yo echo un vistazo a la factura: son 146 €, de los cuales 0’75 € corresponden a la pieza averiada, y el resto (145’25 €) corresponden a la mano de obra, desplazamientos e IVA. Y entonces recuerdo que alguien me dijo un día que no usara enchufes del ‘Todo a 100’ para conectar la TV. ¡Vivediós! Si la TV también lleva piezas del ‘Todo a 100’. En fin, el pobre hombre da al interruptor de encendido, pero mi LOEWE sigue sin encenderse. -“Manda huevos”-. El hombrecillo se desespera, me desguaza la TV NUEVA y se lleva 287 piezas más. Aun no sabe porqué sigue sin funcionar, pobre hombre. No os podéis imaginar la lástima que me dio (aviso del sarcasmo). Además tuvo la gentileza de meterse la factura por el culo antes de que yo se lo pidiera ¡Bien hecho!.
En fin, que ya veis lo contento que estoy. Una televisión carísima, lo más de lo más en tecnología de imagen y sonido, recién pagada, pero que ya me la han destripado 3 veces en menos de una semana. ¿Qué hago? ¿La parto en cachitos y se la mando tragar al jefe de sección de ‘El Corte Inglés’? No, hombre. Que ellos tampoco tienen la culpa de nada. Independientemente de que la reparación me entre o no en garantía, a día de hoy tengo una TV con 2 añitos recién cumplidos, que no me ha dado la impresión de que presentara la calidad y prestaciones habituales que debería ofrecer un aparato de ese precio, y que, para colmo, me la han “desvirgado” tres veces. ¿Me permitís que esté un poco indignado, por favor?.
Y para colmo, si les llamas la atención a los del servicio técnico, les dices que, objetivamente, su trabajo ha dejado mucho que desear, que se han mostrado incompetentes, que nos cobren un único desplazamiento (pues si hubieran sido suficientemente diligentes en su primera visita hubiese bastado con un sólo desplazamiento), se te enfadan y te dicen que no les insultes. ¿Eso es insultar?. Y es que, como decía mi profesora de preescolar, “la verdad ofende”. Que conste que no he sido yo quién les ha llamado la atención (aunque no lo creáis tengo más sangre fría).
Ni que decir tiene que plantearé una queja formal ante la Dirección General de Consumo de la DGA (Gobierno de Aragón).
Esta misma mañana (15 de diciembre) llaman de nuevo –“Que ya está arreglado”-. (“¡Feliz Navidad!”, pienso yo). Viene, y mientras recoloca todas las piezas y cables en su sitio, yo echo un vistazo a la factura: son 146 €, de los cuales 0’75 € corresponden a la pieza averiada, y el resto (145’25 €) corresponden a la mano de obra, desplazamientos e IVA. Y entonces recuerdo que alguien me dijo un día que no usara enchufes del ‘Todo a 100’ para conectar la TV. ¡Vivediós! Si la TV también lleva piezas del ‘Todo a 100’. En fin, el pobre hombre da al interruptor de encendido, pero mi LOEWE sigue sin encenderse. -“Manda huevos”-. El hombrecillo se desespera, me desguaza la TV NUEVA y se lleva 287 piezas más. Aun no sabe porqué sigue sin funcionar, pobre hombre. No os podéis imaginar la lástima que me dio (aviso del sarcasmo). Además tuvo la gentileza de meterse la factura por el culo antes de que yo se lo pidiera ¡Bien hecho!.
En fin, que ya veis lo contento que estoy. Una televisión carísima, lo más de lo más en tecnología de imagen y sonido, recién pagada, pero que ya me la han destripado 3 veces en menos de una semana. ¿Qué hago? ¿La parto en cachitos y se la mando tragar al jefe de sección de ‘El Corte Inglés’? No, hombre. Que ellos tampoco tienen la culpa de nada. Independientemente de que la reparación me entre o no en garantía, a día de hoy tengo una TV con 2 añitos recién cumplidos, que no me ha dado la impresión de que presentara la calidad y prestaciones habituales que debería ofrecer un aparato de ese precio, y que, para colmo, me la han “desvirgado” tres veces. ¿Me permitís que esté un poco indignado, por favor?.
Y para colmo, si les llamas la atención a los del servicio técnico, les dices que, objetivamente, su trabajo ha dejado mucho que desear, que se han mostrado incompetentes, que nos cobren un único desplazamiento (pues si hubieran sido suficientemente diligentes en su primera visita hubiese bastado con un sólo desplazamiento), se te enfadan y te dicen que no les insultes. ¿Eso es insultar?. Y es que, como decía mi profesora de preescolar, “la verdad ofende”. Que conste que no he sido yo quién les ha llamado la atención (aunque no lo creáis tengo más sangre fría).
Ni que decir tiene que plantearé una queja formal ante la Dirección General de Consumo de la DGA (Gobierno de Aragón).
6 comentarios:
Endesdeluego que mala suerte tenéis Derfel... Yo tengo tb una Loewe desde hace ya 4 años o más y no no s ha dado ningún problema. Pero claro, la mía es más normañita, sin patnalla panorámica, ni PIP, ni 100 Hz... ni no se que más... Eso os pasa por frikis de la imagen, hala!
De todos modos, ya te dije que casi habría sido mejor que la llevarais vosotros al servicio técnico y la dejárais allí, así os ahorrariais los desplazamientos... Aunque a lo mejor es un poco demasiado grande...
De todos modos reclamad, que es culpa suya leñe!
No, tú llamas al servicio técnico y te dicen que van a tu dimicilio para ver de qué se trata. Entonces viene un técnico y, bajo su criterio profesional, se lleva las piezas que cree que son el motivo de la avería (durante tres veces consecutivas). Pero lo mejor hubiera sido que se hubiesen llevado la TV entera desde el principio para no hacer el ridículo y no poner de manifiesto su incompetencia y su falta de profesionalidad. Copóns! :D
¿LOEWE no hacía perfumes y ropita? :)
Si es que... eso me pasa por comprar electrodomésticos fabricados por empresas de perfumería y cosmética.
(por cierto, aun tengo la TV 'destripadita', ya os contaré cómo acaba el folletín éste).
A mis padres les ocurrio lo mismo con la tele marca Samsung. Y el video.
Desde entonces, no compro nadea de esa marca.
Loewe no hace ropitas ese es otro , menuda incultura , no tiene nada q ver uno con otro
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