domingo, noviembre 26, 2006

EXCALIBUR

Otra película que vi de pequeño y de la que guardaba un grato recuerdo es “Excalibur” (1981). Lo cierto es que apenas me acordaba de cómo era, así que hace poco decidí volver a verla y… vaya, me ha dejado bastante decepcionado. Creo que la tenía sobrevalorada. Y no porque el paso de los años la haya convertido en cutre, que no lo es, sino por la forma de llevar los tiempos de la película. No soy quién para juzgar el trabajo de un director, pero debo decir que me ha dado la sensación de que estaba mal dirigida, con continuos cambios de ritmo que hacen que la película quede algo vacía de contenido (y no hablemos ya la falta de carisma de los personajes, sólo se salva Merlín). La cinta empieza contándonos los tiempos en que Uther Pendragón (padre de Arturo) era el Rey supremo en una época en la que Britania estaba dividida por las continuas guerras entre grandes señores. Esta primera parte se presenta de un modo lento y pausado (lo cual, en principio, no es malo). A continuación tenemos un salto temporal, con Arturo ya joven y lozano. Aquí la película transcurre precipitadamente, a un ritmo frenético que, para colmo, no impide que el espectador tenga que “sufrir” más tarde otros tantos saltos temporales realmente bruscos, que no hacen sino restarle interés a la trama principal. En fin, que entre cambios de ritmo y alguna que otra batalla, la película acaba haciéndose tediosa al cabo de los 70 primeros minutos (la duración total es de 140’).
En cuanto al rigor histórico, no hay mucho que reprochar, pues se sabe muy poco de estos “tiempos oscuros” de la Britania del siglo V. Así que, rigor histórico: nulo. “Excalibur” se basa en las leyendas más recientes sobre el Rey Arturo, las cuales se alejan mucho de lo que fueron los primeros textos que narraban las hazañas de Arturo. Centrándome en el tema del Santo Grial, los relatos de ollas o marmitas son comunes en los cuentos tradicionales celtas; bandas enteras de guerreros se lanzaban en su búsqueda recorriendo lugares tenebrosos y erizados de peligros. El origen de tales mitos es muy difícil de desentrañar actualmente, pero podemos afirmar con relativa seguridad que las leyendas populares del Medioevo en torno a la búsqueda del Santo Grial no eran sino versiones cristianizadas de mitos anteriores sobre ollas mágicas. En una de dichas leyendas se habla de la olla de Clyddno Eiddyn (el Santo Grial, según la versión oficial cristiana), uno de los trece tesoros de Britania desaparecidos en las versiones más modernas de la saga artúrica pero presentes sin duda en tiempos anteriores. Efectivamente, las leyendas paganas, igual que tantas cosas de la mitología artúrica, fueron piadosamente barnizadas por autores cristianos, borrando así la tradición artúrica, mucho más antigua. Así pues, “Excalibur” se basa en las versiones más burdas y manipuladas acerca de la leyenda artúrica, restándole aun más interés en cuanto al “fondo” del film. Y si a ello le añadimos lo comentado anteriormente respecto a la “forma”, definitivamente nos encontramos con una película bastante irregular, que sólo se salva porque, a pesar de todo, se percibe el profundo interés puesto por los realizadores del film en llevar al cine una gran producción de tintes medievales. Sólo por ello, la película ya merece un respeto, pero… si en vuestra memoria “Excalibur” aun mantiene una buena imagen, os recomiendo que no sigáis mi ejemplo y no la volváis a ver para no destrozar uno de los mitos de vuestra infancia, pues algunas cosas es mejor que las recordemos a nuestra manera, no necesariamente como realmente son (esta frase bonita frase no es mía, que conste).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece milord que lo haga a posta... jejeje.

A ver. ¿Qué más da que adapte una versión u otra cuando lo que se pretende no es fidelidad sino ficción?. Si vamos al tema del rigor, olvidate de cualquier película clásica o contemporánea que adapte nada. Y ni se te ocurra ver "Los 300".
Por otra paret la cristianización de los elementos paganos, no se puede poner tampoco como crítica, a no ser que critiques toda la sociedad occidental, empezando por el solsticio de invierno que es en torno al 25 de diciembre (¿de qué me sonará esa fecha?) o continuando por los salmos a la virgen (tomados directamente del culto mistérico, creo (y cito de memoria) de Serapis o el hecho de morir para renacer, común a las religiones animistas y, especialmente, a cultos mistéricos como del de Mitra y Varuna o Cibeles y Atis.


La pelicula opta por una visión legendaria y, sobre todo, MÍSTICA, incluso, a veces, alucinada. De ahí ciertos momentos. Y la plasticidad de algunas imágenes...

Aunque, eso no lo voy a negar, tienes razón cuando hablas del ritmo irregular y de cierta incoherencia narrativa. Sobre eso no puedo decir nada, pero no quita para que sea una película bastante recomendable. Y el tema del ritmo y de digresiones narrativas, no hace que, por ejemplo, Apocalypse Now sea una de las más grandes películas nunca hechas. Pero, por su puesto, Excalibur, siendo una película bastante apreciable, no es comparable.

Shirayuki Hanami dijo...

Pues entonces no vuelvo a verla si la echan... y eso que yo verla la vi cuando ya tenia algo de conocimiento, y realmente me parecio algo tostón, así que para no empeorar las cosas la dejare pasar...

Por cierto, como se nota que te has leido las Cronicas... ahhh "the Cauldron of Clyddno Eiddyn and the treasures of Britain exist Derfel... Don´t be absurd..." etc etc etc ;D

Lord Derfel Cadarn dijo...

Maño, si ya he comenzado diciendo que no se podía reprochar nada en cuanto a rigor histórico. En primer lugar, porque en una película ambientada en Britania (siglo V) es imposible. Y en segundo, porque como tú bien dices, lo importante no es hacer un documental de historia reflejando fielmente los acontecimientos históricos reales, si no hacer una buena película de ficción. Pero bueno, lo malo es que, en mi opinión, ni siquiera han logrado esto último.

Rfa. dijo...

A mí, en general, me aburren las películas de caballeros y mesas redondas. Es una pequeña debilidad mía, lo sé, pero al final he aprendido a convivir con ello. Ni siquiera me gusta la de los Monty Python, que todo el mundo festeja con alegría. Una vez intenté dar una pátina intelectual al asunto y revestir al rey Arturo con cierto rigor histórico, a ver si con esas ganaba algo de encanto. Recuerdo que escogí un libro de Robert Graves para no aburrirme demasiado, que en el fondo soy un lector sencillo. Pero aun así, volví a estrellarme. Si ahora tú dices que la película no merece relecturas, has puesto la guinda al pastel. Me quedo con las pelis de mafiosos, que molan más y suelen decepcionarme mucho menos.
Saludos cordiales.