martes, marzo 27, 2007

‘Umibe no Kafuka’ (海辺のカフカ)

Son las 00:25 de la noche. Mientras mi perro de 8 kgs. ronca como un San Bernardo, yo concluyo la lectura de la mejor novela del año 2005, según el New York Times, ‘Kafka en la orilla’ (novela que hasta noviembre del 2006 no fue publicada en castellano). Ya había leído algo de este autor, pero sin duda con esta novela Haruki Murakami alcanza su punto más álgido. Leyendo las obras de este señor de 58 años, uno comprueba con satisfacción que en el Japón moderno no todo es manga, tecnología, videojuegos, real-dolls y scat-girls (y que conste que de los tres primeros ejemplos yo también soy o he sido consumidor). En fin, tampoco es que sea la novela perfecta, ni mucho menos, pero sí que está muy por encima de la media.
Veamos, en ‘Kafka en la orilla’ se entrecruzan dos historias diferentes. En primer lugar tenemos al joven Kafka Tamura, que se escapa de casa al cumplir los 15 años. Por muy irónico que parezca, su padre le hizo una profecía-maldición. “No es la persona la que elige su destino, sino el destino el que elige a la persona”. En fin, una peculiar adaptación de la tragedia clásica de ‘Edipo Rey’, de Sófocles. Kafka viaja en compañía de un joven llamado Cuervo (algo así como su conciencia, ni más ni menos), y cargado con una mochila en la que lleva “todo lo que necesita”. Desde el distrito de Nakano (Tokio), emprende su viaje hasta Takamatsu (sur de Japón), y en su camino se cruzan diversos personajes: Sakura, Ôshima y, sobre todo, la misteriosa señora Saeki.
Pronto nos damos cuenta de que Kafka es un joven metódico, descriptivo y escrupuloso. Los pasajes del libro protagonizados por este chico están plagados de adjetivos y descripciones, aparentemente inútiles (por ejemplo, una página entera para describir el aspecto físico y la ropa de Sakura), pero que ayudan a comprender un poco más el mundo interior del protagonista.
Por otro lado el autor nos narra la historia de Satoru Nakata, un señor de 60 años que de niño sufrió un accidente a causa de un experimento durante la II Guerra Mundial, del que salió con graves secuelas. Genial. Las páginas en las que intervienen Nakata y su fiel amigo Hoshino son extraordinarias, con un estilo muy cercano a la fábula clásica. Me ahorraré destriparles la trama, y tampoco quiero hablar de las insólitas habilidades de Nakata. Si tienen curiosidad, léanse el libro.
A mí me ha resultado una lectura tremendamente amena, pero vamos, tampoco se esperen el típico best-seller que viene masticado y casi digerido (las últimas 100 págs. son algo "complicadillas"). A veces uno tiene la sensación de que Murakami se propone trasladar el folklore tradicional japonés al estilo de vida moderno. Sus alusiones a las leyendas de espíritus vivos o “Genji Monogatari” (de la época Heian, años 784-1185) y leyendas de guerreros samuráis “Ugetsu Monogatari” (época Edo, 1615-1868) no son referencias gratuitas. El universo Murakami es un lugar plagado de laberintos, metáforas y mundos paralelos. Metaficción surrealista, género que acabo de improvisar (no sé si existe ya o no), pero que le queda como anillo al dedo a ‘Kafka en la orilla’.
Qué más, qué más... ¡Ah! Pues la sexualidad de Kafka Tamura y, en general, la espontaneidad con la que eyaculan los personajes creados por Murakami (en fin, lo digo porque recuerdo que en ‘Tokio Blues’, Watanabe también eyaculaba como hacen los personajes de la vida real, vamos, nada nuevo, pero es una constante que no deja de llamarme la atención). Los continuos análisis y reflexiones sobre Beethoven, Haydn, Schubert, Truffaut... son los típicos tics de muchos escritores modernos, aunque la verdad es que a Murakami no le vendría nada mal crearse un blog para soltar todas estas parrafadas y no engordar gratuitamente sus novelas. Otra de las constantes en la obra de Murakami son el surrealismo y los personajes freaks que pululan por sus páginas. Ôshima y el simpático Nakata son bastante freaks (que no frikis), Midori, la joven amiga de Watanabe en ‘Tokio Blues’, también era una pieza bastante rarita, etc.
Pero vamos, que es una novela muy interesante y muy recomendable. No soy de los que otorga puntuaciones a los libros, pero si tuviera que calificarla del 1 al 10, creo que le pondría un 8 bien merecido.

Aquí tenéis otra reseña que colgué hace unos cuantos meses:

http://elblogdelordderfel.blogspot.com/2006/12/kafka-en-la-orilla.html

11 comentarios:

Shirayuki Hanami dijo...

Ohio gozaimasu Derfel-kun!

Chico, cada vez que haces una reseña de un libro me entran ganas de leerlo, y de éste además me has hablado varias veces, qsí que ya me lo dejarás...

Y ya se lo que significa el título: Umibe es playa, osea que sería algo como "La playa de Kafka"...

Lord Derfel Cadarn dijo...

Pues como ya me he acostumbrado al título castellanizado de 'Kafka en la orilla', creo que me gusta más así. Además, tiene más sentido con el contenido del libro (si lo lees lo entenderás). Lo que pasa es que ésta es una novela para lectores constantes, no merece la pena empezarla si vas a leer 4 páginas a la semana, o si estás leyendo otro libro a la vez. Es mejor pulírsela de un tirón.

Ah, y si queréis aprender gastronomóa japonesa tb viene muy bien leerse 'Kafka en la orilla', jeje...

A ver si resumo la crítica y la mando a fnac.es :D

Por cierto, me han publicado la reseña de 'El país de las últimas cosas' en Ediciones El Párnaso, ea! (como fardo) XD XD

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena, maño! También puedes mandar tus reseñas a "Eclipse", ya sabes. Tiene buena pinta el libro. O eso, o como sugiere Hanami, mejoras con tus reseñas los libros de los que hablas.
Agradecería te extendieras en la explicación de las diferencias que tan claramente estableces entre "freak" y "friki". Muchas gracias.

Lord Derfel Cadarn dijo...

Buenooo… pues todas las críticas que he leído sobre este libro son mucho más benévolas que la que yo he hecho, que conste.

En mi jerga particular, 'freak' serviría para definir al tipo raro, excéntrico, monstruito, etc. Mientras que 'friki' o 'friky' lo uso más para referirme a los fans de Star Wars, manga, juegos de rol, J.R.R. Tolkien…

Ni que decir tiene que a mí me han llamado tanto lo uno como lo otro. Y a mucha honra, oiga!!

Anónimo dijo...

tengo por ahí un estudio en un libro conjunto que plantea los paralelos entre la obra de Lynch y la de Murakami...

Lord Derfel Cadarn dijo...

Hombre, ambos emplean códigos parecidos, pero suelen tratar temas muy distintos. Aún así, si te digo la verdad, cuando estaba terminando de leer esas surrealistas últimas 100 páginas de 'Kafka en la orilla' pensé: "Esto sólo lo podría dirigir Lynch". Pero no creo que a Lynch le interese mucho la trama princpal del libro.

Por cierto, he estado buscando lo que me dices Hatt. ¿Te refieres a "David Lynch y Haruki Murakami, la llama en el umbral" de Iván Pintor Iranzo, que viene en un librito publicado por el Festival de Sitges: "Universo Lynch"? Si lo tienes me lo pasas, y si no ya intentaré q me lo traigan los de librería Cálamo.

Belleza de Themyscira dijo...

Pues me lo apunto porque lo has pintado muy bien y me ha entrado la curiosidad. Cine sí, pero novelas ambientadas en Japón sólo he leído "Pálida luz sobre las colinas", "Hija del bambú" (colosal) y como no, "Memorias de una geisha" xD Un abrazo

Anónimo dijo...

Genial Murakami,me ha gustado mucho tu reseña.Yo ahora estoy con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Pásate por el reino, creo que compartimos algunos gustos literarios.

Jorge I. Figueroa F. dijo...

llevo casi un año leyendo en exclusiva a murakami, kafka en la orilla lo lei a prinicpios de año mientras me recuperaba de un accidente, y aún tengo pendientes muchas obras, que eso si, a compre

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, saludos desde Colombia!

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!