miércoles, marzo 28, 2007

300: Postal filogay

Os cuelgo la famosa crítica de Jordi Costa de la película 300 (EL PAIS 23/03/2007), film que aún no he visto, de hecho, me estoy pensando si verla en la pantalla grande pero con pésimo doblaje o en mi casica (pantalla de 28") pero en V.O.S.
Cuando la vea* os podré decir si estoy de acuerdo con las apreciaciones de Jordi Costa. Cagaos un poco con las frases que he resaltado en amarillo.


Esparta anabolizada

Publicada en 1998, 300, recreación en clave épica de la batalla de las Termópilas, marcó en la carrera de Frank Miller la conquista de una deslumbrante madurez expresiva y el compromiso con una radicalización ideológica que parecía haber dejado atrás todo atisbo de ambigüedad. Virtuoso de lo que su maestro Will Eisner denominaba el "arte secuencial" y orfebre de una síntesis gráfica que parecía deberle tanto al manga como a algunos referentes europeos (Hugo Pratt), Miller adoptaba como pretexto narrativo la voz de un rapsoda espartano dispuesto a transmitir la épica del sacrificio a nuevas generaciones de soldados. En el work in progress que ahora mismo tiene entre manos -Holy Terror, Batman!, obra de 200 páginas que enfrentará al superhéroe de la DC con el mismísimo Bin Laden-, el autor reconoce estar cruzando la línea que separa la mímesis formalista de una vieja arenga militar de la propaganda sin coartadas intelectuales de ningún tipo y con vocación de inmediata funcionalidad ideológica. No se le puede reprochar a Miller falta de convicción en lo que cuenta, pero quizá sí quepa añorar esos trabajos de los ochenta -Ronin (1983), Batman: The Darknight Returns (1986), Elektra Assassin (1986)- en los que el autor se acercó a las complejas estrategias narrativas de la posmodernidad literaria.

Como ya ocurriera con el Sin City cinematográfico que cofirmaron el propio Miller y Robert Rodríguez, la adaptación de 300 tiene su primordial reclamo en la apuesta de extrema fidelidad formal emprendida por el director Zack Snyder y en la consiguiente bendición del historietista. Lo mejor que se puede decir de 300 es que logra hacer justicia al antinaturalista tratamiento cromático de Lynn Varley en el original y lo peor, que su obsesiva fidelidad pasa por interpretar el cómic con la mirada primitiva de quien no percibe ilusión de movimiento, sino mera sucesión de estampas estáticas.
Así, 300 no es tanto una adaptación caligráfica como una traición medular: lejos del dinamismo extremo orquestado por Miller, la película desgrana una sucesión de preciosistas tableaux vivants que revisitan la marmórea grandilocuencia de Cecil B. DeMille con estética de aerografiada postal filogay inconsciente de estar al servicio de un subtexto homófobo. El dispositivo formal manejado por Snyder da para componer un tráiler deslumbrante, pero no para que el espectador entre de lleno en esta historia aquejada de tanta hipertrofia digital como la pionera Casshern (2004), del japonés Kazuaki Kiriya, profeta de un cine de síntesis capaz de exiliar la emoción al territorio del vacío absoluto.
Figura de cera
Snyder se aleja del original para intoxicar de fantasía la recreación histórica, a través de una animalización caricaturesca del enemigo que entronca, precisamente, con los mecanismos de ese viejo cine de propaganda que la corrección política siempre quiso ocultar bajo la alfombra.
Monstruosidad, deformidad, amaneramiento, perversión y voluptuosidad sexual dibujan, así, un universo persa que se contrapone al monolitismo marcial espartano. Habrá quien considere temerario leer 300 bajo la luz del contemporáneo choque de civilizaciones, pero no es menos arriesgado obviar el componente ideológico de toda ficción. Y más si, como en este caso, Miller y Snyder desarrollan su juego en un territorio hiperbólico, pero ajeno a esa ironía que, por ejemplo, no salvó a la libertaria Star-ship Troopers (1997), de Paul Verhoeven, de recibir acusaciones de fascismo.
Snyder ha sido fiel al fondo de 300, pero ha inyectado tantos anabolizantes en la forma que ha condenado el conjunto a la parálisis de una hiperrealista (y algo ridícula) figura de cera.

Jordi Costa

http://www.elpais.com/articulo/cine/Esparta/anabolizada/elpepucin/20070323elpepicin_17/Tes

Por cierto, la película ha creado polémica en Irán por la imagen de los persas y tal...

* ACTUALIZACIÓN: Ayer fui a ver la película con Hanami y Tora-Kun (qué pandilla de frikys estamos hechos, por Dios!!) y debo decir en primer lugar que pasé un buen rato, me pareció una película entretenida aunque algo hueca, todo hay que decirlo. El doblaje... bueno, aun me lo esperaba peor. ¿Defectos? No diré nada de los errores históricos, ¿OK? El comienzo de la película es bastante lento, lo cual, no es de por sí algo necesariamente malo, pero tal y como está planteado hace que pierdas un poco el interés durante la primera media hora (miré el reloj y todo). Después tenemos el tema del honor espartano y todo ese rollo macabeo. A ver, a mí no acaba de quedarme claro si los espartanos son tipos rudos e insensibles, tal y como se desprende del comienzo de la película, hasta que los 300 abandonan Esparta rumbo a las Termópilas, o si son blanditos como magdalenas, que es la sensación con la que te quedas al final de la película. Que no tiene por qué ser incompatible una opción con la otra, pero tal y como nos lo vienen a explicar, los espartanos son salvajes e infranqueables en todo orden... así que, luego no tiene mucho sentido su comportamiento (bueno sí, para hacerlo más peliculero sacrificando la coherencia de la cinta).

La estética es muy peculiar y traslada bastante bien el estilo del cómic original (no lo he leído, sólo lo he hojeado un rato), los contrastes en la iluminación, la saturación de colores en las escenas diurnas, las ralentizaciones "tableaux vivants" y salpicaduras... Todo está retocadísimo, of course. La banda sonora es muy apropiada, incluido el guitarreo trash ocasional que tanto odio en las películas de época o de terror, pero que aquí viene que ni pintado. Pero bueno, eso de que 300 marca un estilo que va a ser imitado, que va a crear escuela, etc., no dudo que algún productor cutre de Hollywood así lo haga, para subirse al carro de la modernidad chachiguay (como ya hicieran torpemente con el "estilo Matrix"), pero no creo que la forma en que está realizada 300 sea un ejemplo a seguir para nadie. Es decir, 300 y no más, por favor. Por cierto, que ya que se han hecho tantas comparaciones con la estética Matrix, a mí ésta me impresionó bastante más, tanto la estética como el film en su conjunto.

Y el royo "filogay", pues qué quieren que les diga, que Jordi Costa se pasó de listo y punto. Ansias de notoriedad sin lugar a dudas, pero déjenle su momento de gloria en 'El Intermedio' explicando lo inútil de su verborrea casposa. Lo único gay que hay en 300 es la reina de los carnavales Jerjes, con el ya mítico sobeteo de hombros a Leónidas y su "no es mi látigo lo que temen...mmm... que me pongo palote de pensar en fustigarte, espartano chiquitín", y su cruce de piernas cuando está sentado en el trono. El resto es la camaradería habitual en una película de este tipo. Quien quiera ver más allá es que tiene un grave problema o le apetece hacer la gracia, el chiste fácil. Eso sí, los espartanos están "anabolizados" hasta reventar, pero eso no es gay, ¿no? Si no, miren la portada de Manowar, que tampoco son gays, ¿verdad?

Conclusión: película entretenida, buena, pero no notable. Ah, y que el trailer me gustó más que la peli, jejeje... En serio, no es por joder, pero es que tenía un toque teatral muy chulo, que luego se perdió por el camino (supongo que el toque teatral se debía al doblaje express para el trailer).

8 comentarios:

Unknown dijo...

Qué cosas que a mi casi nunca se me ocurra ver una película o leer un comic haciendo ese tipo de lecturas... xD

Lord Derfel Cadarn dijo...

Pues sí, chico. Salvo que la "postal filogay" sea muy evidente, esas cosas sólo se le pueden ocurrir a un crítico de cine con ansias de popularidad o a un tal jotacé...

¡Coño! ¿¿Y si Jordi Costa y jotacé son una misma persona?? Pensad en ello.

Shirayuki Hanami dijo...

Halaaa que coinciden las iniciales!!! No!!!

No sé... Jotacé suele escribir en un tono más directo, pero podría ser un ardid...

He encontrado, entre los comentantes del propio JC, este otro blog, me gusta, el frikismo ilustrado... y tiene otra critica más constructiva y justifcada de 300:

http://larealidadestupefaciente.blogspot.com/2007/03/300-patadas-en-la-boca-la-tica-que-no.html

ES un poco tocha, pero muy interesante :D

Lord Derfel Cadarn dijo...

Aunque, bien mirado... este Jerjes sí que parece la reina de los carnavales de Tenerife ¿qué pa? ¿qué pa? ¿qué pacha?

Shirayuki Hanami dijo...

Jerjes reinona... y con esa voz de lata... por Diso que no había visto semejante aberración en mucho tiempo!

Por lo demás la peli no está mal, un poco cansino lo de las tableaux vivant, todo muy lento... y sí, ciertas incongruencias...pero bueno, hay mucha carne!!

(Madreeeee como se ha puesto el Faramir leñeeeee :D)

Shinnee dijo...

Segunda vez esta semana que escribo un comentario, creo que lo he publicado, y luego veo que no está... bueno, en fin.

Yo iré a verla esta semana también, mi hermana me ha dicho básicamente lo mismo: que es muy lenta, que los diálogos mentales de los espartanos parecen los de Oliver y Benji cuando corrían camino a la portería (y duran lo mismo), que Jerjes tiene voz de travesti, que lo del látigo levanta las mofas de los espectadores, y que no hay tantos músculos en el cuerpo para marcar.

Ostras! No me había dado cuenta de que era Faramir O_o

Lord Derfel Cadarn dijo...

Pues qué cosa más rara eso de q no se te publiquen los comentarios... Jo!

Jaja... tu hermana tiene razón con lo de la voz en off o diálogos mentales, que son como los de 'Campeones' (qué gran serie, por Dios!). Y la voz de Jerjes suena escandalosamente falsa.

Y sí, Faramir hace el papel de Dilios, y el que hace de Leónidas (Gerard Butler que, dicho sea de paso, lo hace muy bien) ha hecho de fantasma de la ópera, de compañero de Lara Croft en Tomb Raider II, y de Atila, rey de los hunos...

En fin, seguro que pasas un buen rato viendo 300 (Hanami se pegó varios minútos deshuevándose de lo de Jerjes y su "no es mi látigo lo que temen...").

Shirayuki Hanami dijo...

Ais ja ja ja ja... si es que aún ahora, cuando me acuerdo, jua jua jua je je je... snif... ejeee... ay... las agujetas...