martes, julio 29, 2008

La Festa del Renaixement


El Esplendor de una ciudad en el siglo XVI

En una ocasión me hablaron de una fiesta medieval que se celebraba en pleno verano en el municio de Tortosa. Yo me imaginaba algo similar a lo que montan en Zaragoza por el mes de junio, unas pocas calles ambientadas al estilo medieval y algún espectáculo por alguna que otra plaza. Hasta que no estuve allí no supe lo equivocado que estaba. Cuando contemplas el barrio antiguo mientras vas cruzando las aguas del Ebro sobre el puente ya te vas dando cuenta de que la Festa del Renaixement es grande. Una vez cruzado el puente te topas con los primeros tortosinos vestidos de época, caballeros medievales alzando sus banderas y desfilando al ritmo de tambores y trompetas, puestos callejeros que te trasladan a una época que sólo has conocido por lo que cuenta la literatura y el cine.


La Lonja de Tortosa tampoco necesita demasiados artificios para convertirla en lo que es, un auténtico mercado medieval. Lo mismo sucede cuando ves la Catedral de Santa María rodeada de puestos de artesanía, más gente vestida de época, bufones bailando la danza macabra, músicos y cómicos animando al personal...

Me dicen que tenemos entradas para la Taverna di Enrico, que hay que subir por las murallas, y cruzar unos pasadizos junto al Castillo de Sant Joan. Por el camino no hay ni una sola esquina ajena a la fiesta que allí se celebra. Después de veinte minutos caminando cuesta arriba, llegamos a una especie de Jaima donde Enrico ya ha comenzado su espectáculo. «Esto es humor tortosí», me dicen al oído, como si fuera un pecado. Descubro que me gusta el humor de Tortosa, es un humor antiguo, rancio, pero con encanto. Me gusta.


Más me gusta aún que en mitad del espectáculo los taberneros se acerquen a servirme vino y baldana (morcilla) con un cacho pan, mientras cantan en català una canción medieval que me recuerda a una jota aragonesa.

El espectáculo del Enrico termina. Fuera de la Jaima hay más baldana, me pido una ración doble y me inflo a beber cerveza. Sí, la morcilla baldana también me ha gustado lo suyo. Y bajamos a la Catedral. Y volvemos a subir por las murallas...

En fin, una fiesta memorable y sin duda recomendable para todo aquel a quien le guste el folclore catalán, el rollo medieval o las fiestas temáticas en general. Eso sí, como el año que viene tenga aún mayor afluencia de público, ahí no va a caber ni un alfiler.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo que veo, no tan grande, probablemente, como la de Tortosa, pero esta fiesta me ha recordado otra fiesta medieval y veraniega que se celebra cerca de allí, en Mora d'Ebre, y a la que, como sabes, asistí hace unos años con Eduardo, Kike y Paula. Habrá que participar algún año en esta Festa del Renaixement. Enrique.

Anónimo dijo...

¡Pero bueno! ¡¿Pero qué es esto?! Tuve que hacer una entrada en el post anterior para que Derfel se pusiera otra vez manos a la obra y fuera dando vidilla a este blog, que debía recuperar su esplendor de antaño. Y ahora me parece que voy a tener que hacer lo mismo con todas aquellas legiones de comentaristas que poblaban estos pagos. ¿Estáis todos ociosos, on holiday, de holganza, rasquing your balls o qué? ¡Hala, manos a la obra, que éste es el blog más importante de Aragón y Neverland! E.